Fayo eterno

La UNESCO considera que los sitios naturales pueden formar parte del patrimonio de la humanidad si:  representar fenómenos naturales o áreas de belleza natural e importancia estética excepcionales En Chiapas existen varios lugares que reúnen esta cualidad, como los famosos Lagos de Montebello que mucha gente cree se ubican en Comitán. En realidad los lagos forman parte del territorio del municipio de La Trinitaria, limítrofe con la tierra de Belisario Domínguez. A continuación se exhiben algunas imágenes de este sitio (fotografías de Rafael Araujo):

Existe la modalidad de escribir el nombre de este sitio arqueológico maya como Junchavín. Se ubica en las cercanías de la población de Comitán de Domínguez que, con su crecimiento, ya colinda con el sitio. Aunque se han realizado trabajos exploratorios y de mantenimiento arqueológico, el sitio está semi abandonado y sujeto al vandalismo y el saqueo como puede observarse en las fotos adjuntas. Una verdadera lástima. En las imágenes, las personas que están en el sitio son estudiantes que decidieron ayudar a mantener el lugar limpio en una jornada de recolección de basura. Ahí se encontraron restos de comida chatarra, envases de bebidas alcohólicas, entre otros restos no orgánicos.

NOTA SOBRE EL TRIPTICO “PALOMARES” DE JORGE CASTILLO “Art destroys silence” Dmitri Shostakovich El 17 de enero de 1966 dos aviones de la U.S. Air Force , uno de los temidos bombarderos B-52 y su avión nodriza, chocaron en una operación rutinaria de abastecimiento de combustible sobre el territorio soberano español. Acto seguido se precipitaron en las inmediaciones del pueblo andaluz de Palomares. Con ellos se desprendieron cuatro bombas de hidrógeno. Dos de ellas se rompieron en tierra, esparciendo uranio y plutonio a lo ancho de una superficie de varios kilómetros cuadrados. Los otros dos cayeron en el mar. Las autoridades políticas españolas, el ejército nacional y la guardia civil cerraron inmediatamente el acceso de la zona afectada y sitiaron a su población, mientras el aparato del estado y sus monopolios de comunicación abrieron una campaña mediática para desmentir los acontecimientos y sus trágicas consecuencias ecológicas y humanas. Nadie pudo saber de la c