Dos fuentes (poema de Juan B. Delgado)
(Escrito exprofesamente para el Clavel Rojo) Para que fructifique la simiente abramos con la reja y con la pluma los surcos de la tierra y de la monto Núñez de Arce He aquí dos fuentes: la primera inunda De gárrulos murmullos la colina, Y desplegando su honda cristalina Los terruños estériles fecunda. Estancada en el cielo la segunda, durmiendo entre reptiles, no camina: que la pereza siempre reclina en el lecho de vicios en que abunda. Tal pasa con el hombre: cuando ufano Con útiles labores se divierte, Es ninfa que fecunda surco y llano; Mas ¡ay! Si en él la ociosidad sed advierte, Su alma truécase entonces en pantano que inficiona, envenena y das la muerte. (Recuperado del periódico El Clavel Rojo , no. 6, tomo 1, del 16 de septiembre de 1901, pág. 3)